viernes, 20 de enero de 2012

EL AMOR TIENE DOS CARAS

Los procesos de enseñanza – aprendizaje visualizados en esta película pertenecen al ámbito educativo formal, por lo que están estructurados y reglados, siendo el lugar donde se imparten una universidad norteamericana.
El primero de ellos tiene lugar en una clase de matemáticas,  en la que el profesor situado frente a la pizarra sobre una tarima, que diferencia y marca la distancia entre dicho profesor  y  los educandos, escribe fórmulas matemáticas sin cesar, llegando a completar las cuatro pizarras de las que disponía y mostrando la espalda durante toda la clase al grupo de destinatarios.
Una vez descrita la escena, podemos deducir el modelo de enseñanza – aprendizaje utilizado, siendo éste el modelo academicista, en el que el profesor es un especialista en la materia y tiene como objetivo transmitir sus conocimientos matemáticos a sus alumnos mediante un proceso de comunicación unidireccional, es decir, sin posibilidad de que los educandos participen,  aportando sus opiniones y conclusiones.
El profesor empleando como recurso material únicamente la pizarra, se dirige, con sus dotes de buen comunicador, a los educandos, que conforman un grupo de destinatarios homogéneo, al ser de la misma edad y de capacidades similares, lo que suponemos al encontrarse en la universidad, cuyo acceso se realiza mediante una prueba de nivel, la cual habrán tenido que superar.
El efecto que produce el uso del modelo academicista sobre  los educandos, no es positivo, ya que al transmitir los conocimientos, en este caso las fórmulas matemáticas,  con  objeto de  que  las  pongan  en  práctica  el día del examen, para el que las habrán memorizado; tras realizar dicho examen las olvidarán, al haberse limitado la adquisición de los contenidos, a la mera memorización, sin reflexionar por el por qué emplean dichas fórmulas o averiguar si existe un camino alternativo al pronunciado por el profesor, para resolver los problemas planteados.
Podemos pensar que es la materia la que determina el modelo que se debe utilizar, pero lo cierto es que esta decisión está reservada al profesor, siendo él libre de emplear un modelo u otro, debiendo escoger aquel que considere más oportuno para que sus alumnos adquieran los contenidos requeridos, cumpliéndose así los objetivos del educador.
El segundo de los procesos educativos observado a partir de dicha película, transcurre en una clase de literatura, en la que la profesora imparte una clase magistral ante un sumamente grande grupo de destinatarios,  parte de los cuales, al carecer de asiento, permanecían de pie durante la magistral clase.
Para transmitir los contenidos, consistentes en la literatura romántica, la profesora hace uso del modelo academicista y el humanista.
La profesora no permanece en un lugar fijo, sino que se desplaza por el aula, acercándose a los educandos, para acortar la distancia que separan el rol de profesor y el rol de educando, recurso perteneciente al modelo humanista, caracterizado por el contacto entre el  educador y  el educando, además, dota al contenido de carácter personal, con la finalidad de atraer la atención del grupo de destinatarios,  introduciendo  en su discurso experiencias personales, acercando al mismo tiempo, la literatura a cada uno de los educandos.
Vemos que la profesora emplea recursos humanistas para mantener la atención de los alumnos, pero sigue una metodología academicista, ya que se muestra como una especialista en la materia, que, sin duda, con gran habilidad para comunicar, transmite sus conocimientos sin hacer partícipes a los alumnos en la clase, ya que son escasas  las preguntas que lanza a los presentes en el aula, y las que lanza van destinadas a la reflexión personal, mientras que ella aporta la respuesta que considera oportuna.
Considero que ha realizado un acertado uso de ambos modelos de enseñanza por que, está claro, que mantiene la atención  de los alumnos, a tal grado, que no sólo acuden a sus clases sus alumnos,  sino que están presentes alumnos y profesores de otras materias.
Pienso que el éxito de sus clases se encuentra en sus  dotes de gran comunicadora y en relacionar los contenidos literarios con temas de interés general para el grupo de destinarios ante el que se encuentra,  como pueden ser las relaciones de pareja. Esta habilidad de acercar los contenidos a los alumnos, les facilita su comprensión, permaneciendo durante más tiempo en sus memorias, contenidos que sin hacer uso de los recursos humanistas citados, olvidarían rápidamente.


  
 





  

 




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