martes, 31 de enero de 2012

SER Y TENER

Este documental transcurre en  una escuela rural unitaria francesa, aula establecida en función del número de alumnos del lugar, en la que conviven educandos con edades comprendidas entre los 4 y los 14 años.

Esta tipología de escuela es una adaptación del sistema reglado que tiene  como principal objetivo, aportar a los educandos los conocimientos básicos que les permitan continuar su formación académica en la enseñanza de carácter voluntaria.

En el origen de estas escuelas, la educación tenía un doble carácter, asistencial y educativo, por lo que era muy difícil insertar al educador social en el ámbito laboral, ya que el maestro actuaba también como educador.

Los niños asistían a la escuela de lunes a sábado, donde desayunaban, almorzaban y merendaban, pudiéndose considerar más que una escuela, un “recogeniños”.

El profesor de esta escuela rural tiene una difícil tarea que desempeñar, al encontrarse frente a un grupo de destinatarios muy heterogéneo que difieren en edad, capacidades e intereses, a los cuales debe enseñar en un mismo espacio y tiempo.

A esta complicada situación educativa, hay que añadir que el protagonista, uno de los educandos más pequeños llamado Yoyo, sufre hiperactividad, un trastorno de conducta que aparece en la infancia, y que se suele empezar a diagnosticar en torno a los 7 años de edad, aunque en algunos casos este diagnostico se puede realizar de una manera más precoz, el cual se manifiesta como un aumento de la actividad física, impulsividad y dificultad para mantener la atención en una actividad durante un periodo de tiempo continuado.

Debido a la dificultad que a Yoyo le supone prestar atención, el profesor utiliza el contacto físico para cautivar su atención, por lo que hace uso de los recursos del modelo de enseñanza – aprendizaje humanista. Otro de los recursos con los que intenta centrar en él la atención de los educandos es con su voz, la cual modula, expresando mediante ella su estado de ánimo feliz o enfadado.

Para adaptarse a todos los alumnos y ser comprendido por éstos, emplea diferentes niveles de comunicación, atendiendo a las edades de cada uno de ellos.

El proceso de enseñanza – aprendizaje que se desarrolla es actitudinal más que de meros conceptos, ya que el profesor además de transmitirles conocimientos, les inculca disciplina y responsabilidad, así vemos que el pequeño Yoyo que se había comprometido a terminar un dibujo antes del recreo, al no finalizarlo no sale al recreo, recibiendo una lección de compromiso y responsabilidad.

Los materiales existentes en el aula, tanto los de los mayores como los de los pequeños, son unitarios con  la finalidad de enseñarles el conjunto de los demás, y mediante los pictogramas personales colocados en cada una de las mesas,  enseñarles el reconocimiento del “yo”.

Los alumnos están colocados de una forma curiosa, al estar los mayores frente a él y los pequeños en círculo al final del aula.

Es precisamente el agrupamiento de mayores y pequeños, el que caracteriza este proceso educativo, al girar éste en torno a los pequeños, sintiéndose los educandos mayores, responsables del cuidado de los pequeños y participando, por tanto, en el proceso de enseñanza.

En una de las escenas del documental, tiene lugar un enfrentamiento entre dos de los alumnos mayores, no es un caso de bullying tipificado, pero podemos intuir que son asiduos los enfrentamientos entre dichos alumnos.  Ante este suceso, el profesor lleva a cabo un proceso de mediación, en el que atiende las versiones de ambos alumnos y los conduce hacía un acuerdo, recordándoles que ellos son las figuras de referencia de los más pequeños por lo que sus comportamientos deben ser ejemplares.

Actualmente, en las aulas cuando se produce una agresión física se establece un proceso burocrático, mediante la redacción de un parte de quejas denunciando un caso de bullying, para que quede constancia  por escrito del hecho.

Desgraciadamente, se tipifican cada vez más casos de bullying en nuestras aulas, diferenciándose en ellos tres participantes: el atacado, el atacante y el grupo clase, que suele silenciar el abuso, normalmente por miedo.

El profesor rural, emplea el modelo humanista, ya que mediante el contacto y el acercamiento consigue mantener la atención de Yoyo, necesaria para enseñarle a contar,  siendo la sala de espera de un centro médico,  el lugar donde se desarrolla dicho proceso de enseñanza-aprendizaje.

El profesor aprovecha cualquier situación para enseñar a Yoyo y consciente de la hiperactividad que sufre, lo hace pacientemente dedicándole el tiempo que precisa para adquirir los conocimientos, lo que la flexibilidad que caracteriza a las escuelas rurales, le permite hacer, ya que en éstas no se establecen  objetivos anuales, sino que el profesor dispone de todos lo años que el educando asista, para transmitirle al educando los conocimientos necesarios que le permita continuar sus estudios de carácter voluntario.

El proceso de enseñanza-aprendizaje que tiene lugar es reglado pero  dentro de éste observamos procesos de enseñanza-aprendizaje en contextos no formales e informales, como es el caso del citado proceso que transcurre en la sala de un centro médico.

Asimismo, emplea diferentes modelos de enseñanza-aprendizaje a lo largo del documental, siendo éstos el humanista, sobre todo con Yoyo, del que centra la atención mediante el contacto físico,  y el academicista, que detectamos en el distanciamiento que establece, en ocasiones, entre los   educandos y él, al hacerlos dirigirse a él mediante la fórmula “sí, señor”, mostrándoles a su grupo de destinatarios quién posee la autoridad en la clase y por lo tanto a quién deben prestar atención y obedecer.

Mediante una de las escenas percibimos la problemática que origina el uso del modelo humanista, al hacer que el educando se sienta protegido por el educador, a tal grado que teme enfrentarse a un nuevo medio educativo.

De este modo, una de las alumnas, al promocionar y  finalizar su estancia en la escuela rural, debe asistir a una nueva escuela, por lo que le muestra al profesor su tristeza y el miedo que le produce el cambio de escuela, así como el entablar relaciones con nuevos coetáneos, debido a sus problemas de sociabilidad.

En definitiva, mediante la figura de este profesor rural, podemos apreciar las competencias profesionales del educador social al desempeñar éste el rol de profesor y el de educador. Así observamos que un educador debe ser asertivo para no herir al educando con sus correcciones, paciente al deber emplear el tiempo necesario para que el educando adquiera los conceptos, habilidades y actitudes que conformen los objetivos o competencias del currículum, buen comunicador para transmitir los contenidos establecidos y mantener la atención de los educandos, así como flexible y abierto para adaptarse a todo contexto educativo, ya sea formal, no formal o informal, así como adaptar el currículum a las necesidades y características de su grupo de destinatarios, relaborándolo si fuera necesario para conseguir los objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje.

     

viernes, 20 de enero de 2012

LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN


Una educación adecuada, según los miembros de la Comisión reunidos en Paris, debe fundamentarse en cuatro aprendizajes: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser, los cuales deben impartirse equitativamente, sin restar importancia a ninguno de ellos; sin embargo somos conscientes de que el aprender a convivir y el aprender a ser han permanecido en un segundo plano durante años en las aulas, a pesar de ser de suma importancia para la formación personal y profesional de todo individuo, y de estar íntimamente relacionados con los otros dos aprendizajes.

La gran cantidad de conocimientos de los que disponemos en la actualidad  dificultan la función de la educación, al tener que transmitir un gran volumen de conocimientos que además se encuentran en continua evolución.

Los avances tecnológicos nos permiten tener a nuestro alcance una gran cantidad de información, facilitando la difícil tarea de la educación.

En consecuencia, de acuerdo con un artículo de Manuel Castells, es imprescindible aprender a aprender, importante aspecto del aprender a conocer, para aprovechar todas las oportunidades de aprender que tengamos en nuestra vida, ya que el aprendizaje es un proceso que sólo finaliza junto a ésta,  y optimizar la obtención de conocimientos desde las diversas fuentes de información de las que disponemos, entre  las que encontramos documentales, programas televisivos, libros, juegos de mesa, periódicos o revistas.


La masiva cantidad de conocimientos existentes, nos exigen poseer un marcado espíritu crítico para determinar la importancia, la utilidad y la veracidad de cada información, ya que resulta una utopía almacenar en nuestra memoria todos los conocimientos existentes en nuestros días; sin embargo no debemos limitarnos a conocer únicamente lo tocante a nuestra materia, porque al especializarnos tendemos a desinteresarnos de lo que hacen los demás, actitud que un educador social no puede desarrollar, al tener que trabajar en numerosas ocasiones en grupo junto a otros profesionales, para lo que resulta muy útil poseer ciertos conocimientos referentes a sus disciplinas, las cuales en ocasiones suelen estar muy relacionadas, como es el caso de la Educación Social y el Trabajo Social, que actualmente constituyen el doble grado que nosotros estamos estudiando.


 El aprender a hacer se puede considerar la continuación del aprender a conocer, por  lo que los conocimientos que adquirimos a lo largo de nuestra educación formal, deben  estar orientados a la praxis, para ello es imprescindible que el mundo universitario se acerque al mundo profesional, llegando los alumnos al mercado laboral más preparados para ejercer.

Todo profesional para ejercer correctamente, debe adquirir durante su formación las competencias requeridas por su disciplina, así nosotros como futuros educadores y trabajadores sociales debemos ser buenos comunicadores, asertivos, empáticos, tolerantes, capaces de trabajar en grupo y de solucionar conflictos, en definitiva y a grandes rasgos, podemos decir que a un educador y trabajador social se le exige saber ser.


El aprender a convivir, es de gran importancia para nosotros como educadores y trabajadores sociales, ya que además de trabajar en grupo con otros profesionales, vamos a tratar a personas con diversa problemáticas y diferentes culturas, al vivir en una sociedad multicultural, y vamos a intentar integrar a dichas personas en su entorno más cercano, enseñándoles a convivir con los individuos de dicho entorno y haciéndoles ver que son más las similitudes que los unen que las diferencias que los separan.

Para esta tarea es imprescindible desarrollar la tolerancia, el respeto y la empatía que desde niños se nos debe inculcar, la cual se resume en la conocida regla de oro “no hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”.

Dichas cualidades forman parte del aprender a ser, aprendizaje que resulta cada vez más necesario ante el avance de la sociedad hacia una aparente deshumanización.
Las nuevas tecnologías nos alejan unos de otros, y el ritmo de vida cada vez más acelerado, nos hace centrarnos en nosotros mismos y no prestar atención a los que nos rodean.

Nos encontramos ante una importante pérdida de principios y de valores, la cual se intentó, en cierta medida, paliar en al año 2008, introduciendo en la enseñanza secundaria la asignatura de Ética y Ciudadanía, pero una asignatura que se imparte dos horas por semana no puede aportar los valores y principios que forman a personas capaces de convivir pacíficamente y mejorar la sociedad en la que viven, convirtiéndose así en individuos de gran valor para ella.

En definitiva, no debemos olvidar que la formación profesional debe ir siempre acompañada de una excepcional formación personal, que debe transmitirse en el hogar y en los centros de enseñanza así como en los medios de comunicación, los cuales son actualmente, unos de los principales causantes de la falta de moralidad.     


  












EL AMOR TIENE DOS CARAS

Los procesos de enseñanza – aprendizaje visualizados en esta película pertenecen al ámbito educativo formal, por lo que están estructurados y reglados, siendo el lugar donde se imparten una universidad norteamericana.
El primero de ellos tiene lugar en una clase de matemáticas,  en la que el profesor situado frente a la pizarra sobre una tarima, que diferencia y marca la distancia entre dicho profesor  y  los educandos, escribe fórmulas matemáticas sin cesar, llegando a completar las cuatro pizarras de las que disponía y mostrando la espalda durante toda la clase al grupo de destinatarios.
Una vez descrita la escena, podemos deducir el modelo de enseñanza – aprendizaje utilizado, siendo éste el modelo academicista, en el que el profesor es un especialista en la materia y tiene como objetivo transmitir sus conocimientos matemáticos a sus alumnos mediante un proceso de comunicación unidireccional, es decir, sin posibilidad de que los educandos participen,  aportando sus opiniones y conclusiones.
El profesor empleando como recurso material únicamente la pizarra, se dirige, con sus dotes de buen comunicador, a los educandos, que conforman un grupo de destinatarios homogéneo, al ser de la misma edad y de capacidades similares, lo que suponemos al encontrarse en la universidad, cuyo acceso se realiza mediante una prueba de nivel, la cual habrán tenido que superar.
El efecto que produce el uso del modelo academicista sobre  los educandos, no es positivo, ya que al transmitir los conocimientos, en este caso las fórmulas matemáticas,  con  objeto de  que  las  pongan  en  práctica  el día del examen, para el que las habrán memorizado; tras realizar dicho examen las olvidarán, al haberse limitado la adquisición de los contenidos, a la mera memorización, sin reflexionar por el por qué emplean dichas fórmulas o averiguar si existe un camino alternativo al pronunciado por el profesor, para resolver los problemas planteados.
Podemos pensar que es la materia la que determina el modelo que se debe utilizar, pero lo cierto es que esta decisión está reservada al profesor, siendo él libre de emplear un modelo u otro, debiendo escoger aquel que considere más oportuno para que sus alumnos adquieran los contenidos requeridos, cumpliéndose así los objetivos del educador.
El segundo de los procesos educativos observado a partir de dicha película, transcurre en una clase de literatura, en la que la profesora imparte una clase magistral ante un sumamente grande grupo de destinatarios,  parte de los cuales, al carecer de asiento, permanecían de pie durante la magistral clase.
Para transmitir los contenidos, consistentes en la literatura romántica, la profesora hace uso del modelo academicista y el humanista.
La profesora no permanece en un lugar fijo, sino que se desplaza por el aula, acercándose a los educandos, para acortar la distancia que separan el rol de profesor y el rol de educando, recurso perteneciente al modelo humanista, caracterizado por el contacto entre el  educador y  el educando, además, dota al contenido de carácter personal, con la finalidad de atraer la atención del grupo de destinatarios,  introduciendo  en su discurso experiencias personales, acercando al mismo tiempo, la literatura a cada uno de los educandos.
Vemos que la profesora emplea recursos humanistas para mantener la atención de los alumnos, pero sigue una metodología academicista, ya que se muestra como una especialista en la materia, que, sin duda, con gran habilidad para comunicar, transmite sus conocimientos sin hacer partícipes a los alumnos en la clase, ya que son escasas  las preguntas que lanza a los presentes en el aula, y las que lanza van destinadas a la reflexión personal, mientras que ella aporta la respuesta que considera oportuna.
Considero que ha realizado un acertado uso de ambos modelos de enseñanza por que, está claro, que mantiene la atención  de los alumnos, a tal grado, que no sólo acuden a sus clases sus alumnos,  sino que están presentes alumnos y profesores de otras materias.
Pienso que el éxito de sus clases se encuentra en sus  dotes de gran comunicadora y en relacionar los contenidos literarios con temas de interés general para el grupo de destinarios ante el que se encuentra,  como pueden ser las relaciones de pareja. Esta habilidad de acercar los contenidos a los alumnos, les facilita su comprensión, permaneciendo durante más tiempo en sus memorias, contenidos que sin hacer uso de los recursos humanistas citados, olvidarían rápidamente.


  
 





  

 




LOS 300

La agogé es la rígida educación implantada por el gobierno espartano a partir del siglo VI con el objeto de formar a los mejores guerreros de Grecia y se caracteriza por ser:
-Obligatoria: constituye un requisito indispensable para conseguir la ciudadanía, por lo que los individuos que no recibían esta formación eran considerados ciudadanos de una categoría inferior,  privándoseles de los derechos de ciudadano entre los que se encontraba el acceso a las magistraturas y cuerpos de élites del Estado. Sin embargo los esclavos  podían llegar a ser ciudadanos libres si eran aceptados y  se formaban en el sistema educativo de la agogé.

-Colectiva: se imparte en grupos de edades similares.
-Organizada por el Estado, siendo la educación pública una de las principales misiones del  gobierno, la cual es supervisada diariamente por magistrados especializados denominados éforos.
La formación de gurrero comienza en el momento del nacimiento del niño y se estructura en dos etapas:

DESDE EL NACIMIENTO HASTA LOS 7 AÑOS   

El gobierno espartano llevaba a cabo una fuerte eugenesia para lograr a niños sanos y fuertes.
Nada más nacer el niño era examinado por un tribunal de ancianos y en caso de tener alguna imperfección, era llevado a una zona barrancosa desde donde era arrojado o donde se le abandonaba; sólo si el tribunal lo consideraba apto, el niño era entregado a su familia para que lo criasen durante los siete primero años de vida evitando todo lo que pudiese dificultar su crecimiento y crear dependencia afectiva.
 Las nodrizas no le ponían pañales para fomentar su crecimiento y  la resistencia al frio y al calor, lo acostumbraban a la oscuridad y a la soledad o lo bañaban en vino, lo que según la creencia de la época eliminaba las naturalezas enfermizas y fortalecía al niño.


DE LOS 7 A LOS 20 AÑOS

Al cumplir  los siete años el niño era separado de su familia y el Estado asumía la tutela del niño hasta los veinte años, siendo el paidónomo el magistrado especializado en la supervisión de la educación.
A los siete años el niño se integra en una unidad militar infantil, conocida como agelé, bajo el mando de un joven de 19 años.

El niño aprendía a leer, escribir y a cantar, aunque el objetivo primordial de la educación era fortalecerlo físicamente mediante la lucha y el atletismo, instruirlo en el manejo de las armas a la vez de enseñarle a marchar en formación, a obedecer a sus superiores y a buscar el bien de la ciudad.
Durante la infancia se inculca el rigor y la disciplina. Los niños van rapados descalzos y mugrientos, duermen en un lecho de cañas fabricado por ellos mismos sin la ayuda de herramientas y se alimentan de lo que roban, recibiendo un severo castigo si el robo es descubierto, al haberlo realizado con torpeza.

La disciplina de los jóvenes recae en las manos de todos los ciudadanos, por lo que cualquiera de ellos podía regañarles o impartirles castigos físicos si lo consideraban oportuno.
Para fortalecerlos, además de las citadas prácticas, empleaban el apaleamiento, en el que el joven sujetaba un palo enganchado en una cadena fijada a un árbol y era apaleado con varas de bambú por dos compañeros, mientras otros dos compañeros se situaban a los pies del árbol para levantarlo cuando cayera por el dolor.
El apaleamiento tenía una finalidad educativa tanto  para el apaleado, como para los compañeros que lo llevaban a cabo.
La finalidad de este ejercicio era, para el que apaleaban, edaprender a aguantar y soportar mejor el dolor. Para los que golpeaban, era no detenerse ni vacilar en el ataque a pesar de sentir el terrible dolor que estaba sufriendo el enemigo. Y para los que sujetaban, el objetivo era que aunque viesen sufrir o incluso morir a sus compañeros en combate, no dudasen y continuasen con la misión que les había sido ordenada por sus superiores.
El sistema educativo de la agogé, al estar implantado y supervisado por el Estado, constituye una educación institucionalizada y perteneciente al ámbito educativo formal.
Analizándolo, encontramos rasgos de los diferentes modelos de enseñanza-aprendizaje.
Para formar a los más temidos guerreros era necesaria una eugenesia, para seleccionar a los educandos con óptimas cualidades físicas, por lo que detectamos aquí el modelo cognitivista, en el que el grupo de destinatarios es homogéneo,  compartiendo cualidades y capacidades.

La metodología corresponde al modelo humanista, caracterizada por el contacto físico y la afectividad entre el educador y el educando. En la agogé los niños aprendían las cualidades propias de un guerrero espartano mediante castigos físicos, siendo curioso que la primera paliza la recibe por parte de su padre para que el niño la percibiera como un hecho normal.
Los recursos empleados, acorde con la metodología, pertenecen al modelo humanista, al ser los castigos físicos los principales recursos materiales, junto a los instructores, que constituyen los recursos humanos.
Asimismo percibimos la presencia del modelo academicista, al ser una educación estructurada y rígida.
Podemos organizar los contenidos transmitidos en este proceso de enseñanza-aprendizaje en torno a los pilares en los que se debe fundamentar una completa  educación:
-      Saber, siendo el padre del niño el que le inicia en la lucha, enseñándole las primeras estrategias de dicha práctica.
-      Saber ser, lo que se le inculca desde muy pequeños, al criarse en duras condiciones para fomentar su resistencia a temperaturas extremas y a la obscuridad, así como son separados  a la edad de 7 años  de sus padres para impedir que se creen lazos afectivos que le dificulten entregarse a lucha, siendo tutelados por el Estado y educados dentro de un grupo de iguales donde se le transmite el rigor y la obediencia, valores propios de un buen soldado espartano.
-      Saber hacer, tras haber sido iniciado en la lucha por su padre y separado de su entorno familiar, el niño se incorpora a un grupo de iguales donde se le instruye en el arte de la lucha y de las armas mediante peleas y castigos.
-      Saber transferir, el niño debe aplicar los conocimientos adquiridos en una situación extrema, para ello se entrena con sus compañeros de lucha, y una vez finalizada su formación, se debe enfrentar a un lobo y vencerlo para demostrar que ha conseguido el objetivo del proceso de enseñanza – aprendizaje al que ha sido sometido, siendo dicho objetivo formar a un invencible soldado.

Personalmente pienso que la metodología empleada en  el proceso de enseñanza – aprendizaje de la agogé, es totalmente efectiva, ya que mediante ella ha podido conseguir el objetivo establecido por el Gobierno espartano de formar a los mejores guerreros, pasando a la historia como tales.
Sin embargo, está claro, que no se podría aplicar un proceso educativo de semejantes características actualmente en nuestra sociedad, ya que es totalmente ilegal hacer uso de la violencia para enseñar, aunque desgraciadamente, en otras sociedades siguen existiendo sistemas educativos en los que los principal recursos educativos son la fuerza y la violencia, como es el caso de la formación que reciben los niños soldados.





Podemos concluir diciendo que un modelo de enseñanza – aprendizaje no puede ser permanentemente útil en el tiempo, ya que los elementos del currículum deben estar en continuo cambio para adaptarse a las necesidades de la sociedad.       






jueves, 19 de enero de 2012

DIARIO DE LA CALLE

La novata profesora de literatura, actúa más como una educadora social que como una profesora de literatura,  al ser destinada a un centro de educación secundaria con alumnos pertenecientes a diferentes bandas las cuales se encuentran  enfrentadas  entre sí, situación que ha provocado  la muerte de alumnos del propio centro y de  amigos de éstos.

El proceso de enseñanza – aprendizaje que observamos en esta película, es más un proceso de enseñanza – aprendizaje actitudinal y de habilidades que puramente conceptual, al tener como objetivo principal disminuir la violencia entre las citadas  bandas. 

Dentro de la misma clase se hallaban miembros de diferentes bandas, lo que contribuía  a un  ambiente de gran tensión  en la  clase,  que la profesora se propone hacer desaparecer.

Con la finalidad de conseguir cohesión  entre  los educandos, decide realizar una actividad basada en la técnica  de los puntos en común, a  la que le llama juego para restarle importancia y motivarlos a participar

Coloca,  una línea en el suelo,  situando  a los alumnos  a  cada lado de la línea y les lanza  preguntas desde lo más general a lo más concreto, introduciendo entre ellas una pregunta obvia, ¿pertenecéis a una banda?,  con la que atraer la atención de su jóvenes educandos. Con esta actividad de carácter lúdico, pretende mostrar que son más sus similitudes que sus diferencias y que cada uno de ellos ha perdido a un amigo o a un familiar en un enfrentamiento de bandas.

Mediante dicha actividad  hace reflexionar al heterogéneo grupo de destinatarios, a los que como profesora de literatura, debe transmitirle los contenidos de dicha materia, pero  al detectar las necesidades del grupo y su desinterés por aprender literatura, planifica y adapta los contenidos literarios a dichos educandos, haciendo uso de una original herramienta con la que acercar la teórica materia a sus complicados educandos; decide, entonces, entregarles un diario en el que escribir su importante historia.

Con  el diario pretende atraerlos a la literatura  al narrar en ellos sus propias vidas, a la vez que les pretende recordar el valor de sus vidas, impulsándolos a abandonar las bandas que están perjudicando sus vidas y las de sus familiares y amigos.

Podemos ver que la profesora  ha planificado un proceso educativo  tomando como referencia el modelo de aprendizaje humanista, al intentar sensibilizar y concienciar a sus alumnos, haciendo uso de recursos y herramientas que la acercan a sus educandos, como es el diario mediante el que los alumnos desarrollan habilidades literarias y se sinceran con ella, estableciéndose un medio de comunicación entre el educador y el educando, así como disculpándose cuando comete un error, mostrándoles que ella también comete errores, como se suele decir, que ella también es un humana.